30 de noviembre de 2010

Vicente Llorente: apócrifo en libro cartonero

Breve Antología de Rescatados se titula uno de los libretos que Cartonerita Niñabonita nos presenta estos días. Nos hacemos eco porque esta editorial de David Giménez no se está limitando a hacer editar cosas raras, o a experimentar con los formatos, también acierta con lo que mete dentro. Es el caso de este divertido rescate de tres autores a cargo de  Vicente Llorente. Páginas llenas, sobre barniz satírico, de poesía y ritmo narrativo.

Como este BAR de Llorente son los libros de Cartonerita Niñabonita. Tapas a mano, originales todas.

22 de noviembre de 2010

Los paisajes de José Antonio Labordeta

La revista La magia de viajar por Aragón ha dedicado un número especial a José Antonio Labordeta: una docena de artículos, una selección de canciones, caricaturas y fotografías de José Antonio y sus paisajes.


Portada de la revista con la caricatura-paisaje de J.A. Labordeta realizada por Ricardo Polo

Reproducimos a continuación el artículo de Luis Felipe en esta revista.

MIGUEL Y PÍO: ESPEJOS DEL JUGLAR

Si el ambiente familiar favorece nuestras inclinaciones, fácil es deducir que José Antonio Labordeta pudo conciliar vocación y devoción en la estela de un padre que recitaba poesía latina, de un hermano cantor, de otro poeta; profesores, como él, en tiempos de enseñanza entre líneas. Añadamos como extensiones familiares a los artistas invitados y entre ellos a uno especialmente acogido en su casa, en su colegio, en su tertulia y en sus publicaciones: Pío Fernández “Cueto” Muriedas, actor recitador (recitante, al decir de Valle Inclán). El actor, fue junto a Miguel Labordeta, inspiración y referencia para el futuro juglar.

MIGUEL LABORDETA

La huella de un poeta tan monumental como fue su hermano Miguel, fue para José Antonio tanto un peso como un acompañamiento. Una voz con la que conversar, como cuando en 1965, cuatro años antes de su muerte, en Las Sonatas, le escribía:

Segundo recuerdo

De mi hermano Miguel

Sellarte el tiempo al pecho,

Rasgarte la mañana, dolorido todo,

Ponerte en pie, ¡gritar!

Grueso pienso de ti, estás enorme:

Enorme soledad, bondad con ira.

Viento cierzo del norte

rompiendo delicadas y absurdas

palomitas ciudadanas. Miguel, ¡cuánta violencia!

Cuánto ir y venir, cuánto morirse,

posiblemente para nada.

Hoy no: mañana es imposible.

Los días se nos marchan

como ríos de rostros no nacidos.

Miguel, entre tanta agonía,

te vuelvo a contemplar

y estás presente.

En el año de su muerte escribe “El poeta”, un poema que alguien ha podido pasar por alto entre su prolijo repertorio de canciones. Merece ser leído de nuevo.

El Poeta

A Miguel, mi hermano

Él quiso ser

palabra sobre el río al amanecer

y caminó

por viejas esperanzas

que nadie entendió.

Dejó después

su mano entre las manos y se nos marchó

con un nuevo silencio

que el viento rompió.

Su gesto fue

dolido, por el caminar

entre yermos y piedras

y un extenso erial.

Su voz se ató

al yermo del paisaje y a la sangre en flor.

Se hizo pared

allí donde los muros cayeron tras él.

Su soledad

abrió por los caminos la necesidad

que levanta a los hombres

a la libertad.

Caminos son

abiertos por su fuerte voz

lanzada contra cierzo y sol

y contra tantos siglos de dolor.

Como pared proyectaría una gran sombra, pero abrió el camino por el que transitar.

Sin impostura, ni ocultación de un dolor vallejiano, José Antonio le dedica en Treinta y cinco veces uno (1972) “Nos haces una falta sin fondo”, elegía epistolar con noticias de la ciudad que “apesta a soledades y decoros” mientras mamá “te llora en los rincones” y “Mi hija / -Ana pequeña ahijada tuya- / me pregunta cuándo vas a nacer / de nuevo”. Ciudad irredenta, madre mirando el pasado, hija soñando el futuro. Queda para remitente el silencio y la dolorosa ausencia compartida.

A José Antonio le molestó siempre el desentendimiento que la oficialidad poética tuvo para con la obra de Miguel. Los aficionados no necesitamos que la canonicen para tenerla sin polvo entre los libros de cabecera, pero sí sabemos que el placer de compartirla con otros obliga a una mayor difusión que la haga accesible a los neófitos, cosa que sucede cuando hay un reconocimiento gremial y plural. Por ahora, y pese a los esfuerzos de su hermano, Miguel sigue caracterizado como un poeta raro, una torrentera estival que no hace cauce. Y eso, a los que tenemos en alta estima a la poesía zaragozana de la segunda mitad del siglo XX, nos duele.

PÍO FERNÁNDEZ “CUETO” MURIEDAS

Pío había nacido con el verso libre. Durante la República fue reconocido como un ejemplo de regeneración juglaresca: “Saludo en Pío Muriedas a un restaurador del arte de los antiguos juglares, creyendo que la poesía más se ha de percibir por el oído que por la vista”, había dicho Ramón Menéndez Pidal. Los autores le suministran inéditos. Valle Inclán lo invita al Ateneo de Madrid, Dámaso lo presenta en la Universidad, Lorca le acerca Poeta en Nueva York

En la guerra, combate y recita en cuarteles y tajos las poesías de Lorca, Miguel Hernández, León Felipe, Alberti. Después, la cárcel y el peregrinaje por la España del hambre.

Aquel hombre que dejaba conmocionado a quien lo escuchara recitar, hacía largas visitas a Zaragoza, acogido por los Labordeta.

En 1959 aparece en Orejudín, la revista del ala joven del Niké que comandaba José Antonio, un monográfico de homenaje a Pío que se abría con un retrato de Eduardo Vicente y versos de Miguel. En esa década, Pío había sumado al repertorio a los poetas más candentes como Blas de Otero y Celaya, y, entre ellos, a Miguel Labordeta, cuyo “Retrospectivo existente” sonaba como recién compuesto en su voz.

Pío inspiró la entrada de Miguel en el teatro, y protagonizó el estreno de Oficina de Horizonte en el Argensola de Zaragoza, el año 1955.

En una de sus últimas visitas al Santo Tomás de Aquino, en la primavera de 1973, además de su variado repertorio de clásicos y modernos, hizo, a modo de sketch, una parodia pergeñada el día anterior con José Antonio y que semejaba una adaptación escénica de su canción “Réquiem por un pequeño burgués”.

José Antonio escribió sobre Pío, especialmente en Cuentos de San Cayetano. Del recital que yo vi en el 73, escribió Pepe Melero, quien recuerda la presencia de Pinillos. Semblanzas y estudios del José Antonio poeta: Pérez Lasheras, Mainer, Antón Castro…

La convivencia con Miguel y Pío sugiere el tránsito de poeta a intérprete, la necesidad de la poesía como mester diario: José Antonio Labordeta, juglar.

Luis Felipe Alegre

Oficina de horizonte, de Miguel Labordeta. En escena Pío. Escenografía de Agustín Ibarrola


Caricatura de Pío realizada por Julio Antonio Gómez y publicada en la revista Papageno, 1958


17 de noviembre de 2010

En Madrid: 'Jóvenes y guapos' de Aloma Rodríguez




El 18 de noviembre, jueves, a las 20:30 horas, en la Librería La Buena Vida (c/ Vergara, 10) de Madrid, se presenta Jóvenes y guapos, de Aloma Rodríguez. También hablará Elena Medel.



Aloma fotografiada por Ada Nuvia Silva



16 de noviembre de 2010

María Pérez Collados: 'Diario de invierno'


María Pérez Collados, conocida musicalmente como la voz de Maríaconfussion, nos presenta su primera entrega literaria.
La fotografía de María está tomada por Pipa Álvarez.




Esta hada lectora, dibujada por Clara Pérez Pallás, ampara la aventura editorial de Nuevos Rumbos.



El diseño de la colección es de Pilar Pinilla.


Los dibujos de este Diario son de Iván Herrera (www.pidetusdibujos.com)



Miguel Hernández y los pintores del Bonanza




Con este marcapáginas realizado por Paco Rallo se anuncia la próxima exposición dedicada a Miguel Hernández en el bar de la bohemia zaragozana, el Bonanza.

Carta abierta al Sr. Alcalde. A cualquier Sr. Alcalde que me adeude una factura:

Tras dejar pasar un tiempo prudente (¿tres meses? ¿un año?) me veo obligado a solicitarle que se interese por el paradero de la factura que en su día emití por los servicios prestados a su comunidad.

El que suscribe es autónomo, cosa preceptiva como gerente de una Sociedad Limitada.

Con lo dicho ya adivinará usted el presupuesto mensual de que soy responsable: seguros sociales, la oficina de la entidad y sus gastos, gestoría, difusión, prevención, tráfico, créditos y demás capítulos comunes. En nuestro caso, al ser la Empresa productora de espectáculos, sumaríamos un local y el mantenimiento y reposición de material.

No se le escapa, pues, al Sr. Alcalde que para darle el servicio prestado, en la fecha y hora solicitadas, mi Empresa debe mantener un gasto fijo mensual de 4.000 euros mal contados. Luego habrá que sumar el salario y dietas del personal, alquiler de vehículos, etc.

Supongo que es el caso del resto de propietarios de facturas que apacientan en su Tesorería. No pretendo que la mía deba saltarse el orden de llegada a la mesa interventora, pues mi factura es más parnasiana que olímpica y no sabe dar saltos.

Por mi parte, sé que sus arcas están mal y que su Ayuntamiento tiene problemas con sus proveedores de energía porque es costoso iluminar monumentos y que circulen los vehículos municipales.

Una diferencia entre usted, como presidente de un ente, y yo, que presido otro, es que a usted le pueden cortar la luz en el Consistorio pero no se la cortan en su casa. No podrá repostar su coche oficial pero sí llenará el suyo propio con su crédito personal.

Con estos matices, entiendo que los dos estamos igual de entrampados, aunque su negocio es más solvente porque paga cada mes a la plantilla. Claro, a usted le sale bien lo de subir a los vecinos el caché de los servicios; a mí me salió mal: pretendía cobrarle el caché de este año pero su concejal me convenció de que era mejor cobrar lo de hace tres años, so pretexto de que así cobraríamos antes. No me quejo ¿eh? Que entiendo el otro argumento: tenemos que igualarnos a Europa.

Ahora bien, comprendiendo sus dificultades, sabiendo que anterior y posterior a mi factura hay otras y que cuando se pueda nos pagará… ¿qué hago escribiéndole esta carta?

Supongo que le escribo por mi afición epistolar y porque pienso mucho en usted. Quizá influya también, en mi afán comunicativo, el hecho de que hace varias semanas no abro la correspondencia que lleva membretes. Si no tengo lo que me piden los emisarios ¿cómo puedo responder?

Creo, Señor Alcalde, que la respuesta está en el aire acondicionado de Tesorería.

Luis Felipe Cualquiera

6 de noviembre de 2010

Ian Gibson: 'La fosa de Lorca. Crónica de un despropósito'



En una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la publicación de su obra 'La fosa de Lorca. Crónica de un despropósito' (Grupo Alcalá), Gibson ha lamentado que se deje en manos de las asociaciones para la recuperación de la Memoria Histórica la búsqueda de los asesinados durante la Guerra Civil y ha incidido en que es "un deber" del Estado asumir esa labor.

leer la reseña entera de Europa Press


Fotografías en el BarrancoVíznar-Alfacar, tomadas por Luis Felipe el pasado año, cuando se construía la carpa para preservar los trabajos de localización de la fosa.

5 de noviembre de 2010

Martín Fierro, Carlos Montero, y Alberto Moreno

Mucho es eso para una sola sesión. Será este sábado a las 22.30, En La Campana de los Perdidos, pero no se molesten porque no quedan entradas. Miento: siempre hay reservas que se cancelan.


Carlos Montero

Alberto Moreno ha querido aprovechar la estancia zaragozana de Don Carlos Montero en La Campana, para cantar con él, ambos guitarra en mano, un buen fragmento de El gaucho Martín Fierro de José Hernández, el pasaje en que Martín Fierro (Montero) se enzarza con "El moreno"(Moreno).

Alberto Moreno


La payada promete hacer época. Hay que tener presente que el uno tiene más cuerdas y el otro tiene más voz.

"Yo soy toro en mi rodeo,

y toraso en rodeo ajeno,

siempre me tuve por güeno

y si me quieren probar,

salgan otros a cantar

y veremos quién es menos".


Parece que habrá introductor y que cantará, caja en mano, esta copla a la manera salteña:

Amigos de La Campana,
hoy es un día señero.
Con Don Carlos cantarán
el Moreno y Martín Fierro.

(Si recitan o cantan la cuarteta en voz alta, no se olviden de la sinalefa en el último verso: "Moreno y")