2 de junio de 2012

La SGAE replantea el trato a centros escolares

Según difundió la prensa el pasado martes:

Foto: WWW.EDUESFOTO.COM
El presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Antón Reixa, ha garantizado hoy que la entidad no cobrará derechos de autor por actividades formativas de centros escolares y en conciertos solidarios.



Así pues, la Declaración de intenciones de la candidatura AUNIR (la más votada en las recientes elecciones de la SGAE) comienza a tomar cuerpo. Sin duda que los cambios que se propone la nueva dirección van a ser difíciles, por necesarios que nos parezcan a todos, y se deberá lidiar contra la inercia de la entidad que ha estado décadas mirándose el ombligo sin asumir el divorcio entre los intereses de los creadores y los de la sociedad en general. 
Aquí nos alegramos de que una de las primeras medidas  tengan que ver con el ámbito educativo. Pocas cosas tan embarazosas como la queja de un instituto tras un recital de poesía, por ejemplo, porque el recaudador ha tramitado una factura de máximos como si la actividad hubiera sido pública. O la noticia que periódicamente reaparece: los alumnos de tal colegio deberán suspender la obra de teatro que estaban ensayando si se niegan a para los derechos correspondientes. Etc. 
Aún así, entendiendo que estas situaciones no pueden perpetuarse, el problema es arduo, porque el Autor -ceda sus derechos o no-  tiene que vivir. Soluciones salomónicas aparte, habrá que afinar la normativa recaudatoria y encauzar las "nuevas prácticas" con "pedagogía y humildad", como AUNIR explicitaba en su campaña.
Muchas, muchas tareas y muchos dolores de cabeza esperan a nuestros representantes (que ahora sí -al menos yo- siento como míos) en la junta que encabeza Reixa, secundado por Miguel Hermoso, Fermín Cabal, Teresa Alfonso y Javier Vidal. 
Previo a las elecciones, unos 300 socios dieron su adhesión a la candidatura de Reixa, entre ellos muchos colegas de la farándula  (Margallo, Cracio, Maluenda, Petra Martínez, Matilla, Bozzo, Mir, Belbel, Alonso de Santos, Zurro...) y dos aragoneses, Alfonso Plou y yo.
Yo no lo hice por descarte de otras opciones, que también las había comprometidas con la regeneración del monstruo en que se ha convertido la SGAE. Era de sentido común respaldar a un profesor de literatura, a un poeta de las letras y de la imagen, a un creador rupturista y a un hombre con sentimiento arraigado de comunidad. 
El hecho de empezar  por los problemas de más abajo (enseñanza y actos solidarios) demuestra que nuestros nuevos representantes ya pisan la tierra. 

Luisfelipe Alegre

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