Arte Mayor


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El Silbo Vulnerado
presenta a

Luis Felipe Alegre

en


Arte Mayor 


 
         Arte Mayor es un recorrido por la historia de la poesía española contada por un rapsoda que, con humor, medita sobre la evolución de las artes y del pensamiento humano. 

Luis Felipe Alegre muestra que el arte de la declamación es Arte Mayor. Las interpretaciones del rapsoda aragonés han sido sobradamente reconocidas a lo largo de su dilatada carrera. A sus capacidades escénicas suma hoy una virtud que lo aquilata: la madurez.
El rapsoda se desdobla más allá del recitado y ejemplifica los momentos estelares de la poesía con el relato de las circunstancias  en que se produjeron.   Al final, el escenario está lleno de palabras, dibujos, poemas visuales y objetos reales, pintados, 
                     proyectados...


“…en el espectáculo unipersonal de Luis Felipe Alegre hay todo eso y, además, un sentido envidiable de la teatralidad, un juego sabio con los elementos, una utilización virtuosa del ámbito sonoro, una lección de equilibrio entre lo narrativo y la interpretación más histriónica. Alegre va a los orígenes del hecho teatral al emparentar magia, complicidad y poesía.”                                                               (Amado del Pino, Diario Granma)
 
Arte Mayor es un divertimento didáctico para público adulto, representado por un rapsoda en estado puro que explica las dificultades a vencer para recitar bien los poemas.  Es ahí donde el espectador va a recordar conceptos y mecánicas:   poéticas y técnicas en su evolución secular.
    

 
Si la poesía es un estado especial del lenguaje y de la sensibilidad, el rapsoda ejerce su proselitismo. Sabe que en el auditorio son mayoría los que necesitan refrescar conceptos. Y les recuerda que si hay arte mayor es porque existe el llamado arte menor, pero que un poema no es mejor por contar más sílabas métricas en sus versos. Para demostrarlo, el rapsoda ilustra el arte menor con un villancico de Boscán, un romance de ciego, o unas coplas de las guerras carlistas.
 Al centrar el espectáculo en el verso de arte mayor, se verá que, traspasando el octosílabo, triunfa el endecasílabo y se oirá la grandiosidad del soneto con Quevedo, con Borges, con Blas de Otero...


A comienzos del siglo XX, la poesía consigue romper los moldes de métrica y rima. Es el triunfo del verso libre que –no sin reticencias- abrirá la puerta a las vanguardias de entreguerras: el surrealismo se instala como recurso común, el caligrama y el futurismo alientan la fusión con la plástica… en esos momentos, los rapsodas de la época prefieren ignorar esa evolución, niegan la posibilidad poética fuera de los cánones tradicionales (¡tantos siglos!)
y se refugian en el costumbrismo.



Pero a partir de entonces, el poema puede romper los márgenes de la página, incluso volar fuera de ella. La sintaxis puede alterarse y trastocarse; nacen  cosas nuevas: desde la jitanjáfora  hasta poema fonético.
Pasa tiempo, viene tiempo… llegamos a la poesía que se expande, que no se expresa con palabras. ¿Cosa imposible? El rapsoda, que ha debido evolucionar con  sus artes para incorporar las nuevas corrientes, demostrará que es posible transmitir un pensamiento poético sin palabras. En muchos estilos de poesía visual y de performances, las palabras no pasan del título, curiosamente.

 Este  es el Arte Mayor del rapsoda:

 Poner la gran poesía al alcance de todos.

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